Cómo reducir la extraña muerte de murciélagos en parques eólicos

 

Cómo reducir la extraña muerte de murciélagos en parques eólicos

 

• Los murciélagos no mueren por el contacto directo con las aspas de los molinos

• Un experimento ha conseguido reducir la mortalidad de estos animales un 70%

 

Por PABLO FRANCESCUTTI (SOITU.ES)

 

Actualizado 13-05-2009 20:06 CET

 

Murciélagos de varias especies —algunas de ellas amenazadas de extinción— se ven diezmados cada vez que emprenden sus migraciones anuales y vuelan a través de determinados parques eólicos estadounidenses. Un informe de 2007 del US Nacional Research Council reveló que sólo dos de esas especies suponen el 60% de los animales liquidados por los generadores eólicos instalados en ese país.

 

 

batsandwind.org

Los murciélagos se desploman muertos cuando vuelan cerca de los grandes aerogeneradores

 

Pese a la mala fama que les han creado los condes transilvanos y su inmortal progenie, los mamíferos alados cumplen un papel de primer orden en el control de insectos nocturnos (y, por ende, en el control de pestes agrícolas), así como en la polinización y dispersión de semillas. De allí que la mortalidad de las especies migratorias pueda surtir efectos negativos en ecosistemas muy alejados del lugar de los hechos.

 

La elevada siniestralidad de los quirópteros resulta un tanto misteriosa. A fin de cuentas, destacan en el reino animal por su increíble capacidad de ecolocalización. ¿Cómo no pueden evitar las voluminosas estructuras de los molinos de viento? El enigma se complica todavía más si reparamos en que las fatalidades no se producen por contacto directo con las aspas: simplemente, estos mamíferos se desploman muertos en pleno vuelo.

 

Un estudio ha aportado una respuesta al sugerir que el girar de las aspas causa una descompresión en el aire circundante, provocando que sus pulmones se dilaten súbitamente, haciendo reventar sus vasos sanguíneos: un fenómeno conocido como barotrauma, padecido por los buceadores que suben demasiado rápido a la superficie.

 

Tales antecedentes justifican el interés del experimento llevado a cabo en el parque eólico Casselman (Pennsylvania). Sus gestores, en colaboración con Bats and Wind Energy —una asociación preocupada por el efecto de la energía eólica en los murciélagos—, partieron de un dato cierto: la mayoría de las muertes ocurría en noches poco ventosas, cuando las aspas rotaban a menor velocidad. A continuación, decidieron detener algunas turbinas durante las noches de verano (fecha de migración de murciélagos), y ver qué pasaba.

 

Al cabo de un año, los resultados desbordaron las expectativas: la práctica adoptada redujo un 70% de promedio la mortandad de murciélagos, comparada con la registrada en los alrededores de las turbinas que continuaron operando al modo habitual.

 

Encantada con los datos preliminares, la firma propietaria de Casselman, Iberdrola Renewables, extenderá el ensayo un año más, con el propósito de confirmar los resultados. Para la industria del sector, constituye un imperativo reducir este tipo de consecuencia ambiental, ya que en Estados Unidos esa razón (más la presión ejercida por los ecologistas) determinó la cancelación de varios proyectos eólicos.

 

No es la única iniciativa de Iberdrola Renewables dirigida a moderar el impacto de sus molinos de viento en la fauna. En uno de sus parques situado en Texas, ha introducido tecnología de la NASA para limitar el daño causado a las aves de paso (sólo en Estados Unidos, las aspas matan unos 7.000 pájaros anualmente, según una estimación reciente).

 

Leo en ‘The Guardian’ que dichas instalaciones se encuentran emplazadas en un corredor de aves migratorias, por donde llegan a pasar hasta 8.000 especímenes por hora. Allí han desplegado un radar encargado de detectar a tiempo la llegada de las bandadas, y en caso afirmativo, de detener automáticamente las operaciones. Con todo, las asociaciones ornitológicas no se muestran satisfechas e insisten en que la mejor solución sería instalar los parques fuera de las rutas migratorias.

 

Para saber más  

 

batsandwind.org

Estudio Casselman

 

 

 

 

 

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